Te quiero
lejos de mí, perdóname pero no voy a lastimarte, mi vida es demasiada
desordenada y no quiero complicarte. Lo sé muy bien, -claro que si- también me
duele desilusionarte, pero es que aprendí
a cantarte y si enloqueces no iré a visitarte.
No se
pronunciar tu vida ni cual es tu filosofía yo solo te pido que sonrías y que
ames con alegría…
No habrá plazas
ni abrazos en despedidas, solo un lugar
en esta simple melodía. No entiendo muy bien lo que quiero decir, pero sé que con
una sonrisa te lo voy a decir, no es la primera vez que me toca taparte en la fría
noche.