Tienes que saber que solo recuerdo que tu
nombre empieza con una “A” y termina con una “N” como una canción que el viento
trae sus coplas en la noche primaveral y no puedo permitirme dejar pasar este
pensamiento que me remota a la noche anterior.
Verte por primera vez entre las luces de colores, humo artificial, atrapada entre atardeceres de acuarelas, en la mano un tickers
con fecha de vencimiento como esa sonrisa que vi. Reíste para que la noche sea
pasajera, pero… solo te vi ahí… tú mirada pérdida como un partido de televisión. Madrugas en
desvelo sin una copa de vino para escribir sobre ti, te sentí tan triste que
Noviembre me llevo a pensarte, quería abrazarte, pero nos separaban tantas
palmeras sin tierra.
Donde estarás sentada ahora mirando el horizonte,- me
pregunto-, pequeña napoleón., tienes una historia sin terminar que olvidas mover
las pompas y te pones a retorcer los sentimientos, solo sonríes en la pizarra de la quiniela, de tanto mal que te
han hecho... perdón, es sólo ... es que te vi… tan frágil, tan sola, mirando perdidamente… la nada.
No te hundas en un mar de recuerdos, podes volver a tocar fondo en una noche,
pero, también, podes ver el amanecer en cada mañana y jugar con tus dedos a que
las nubes tiene siluetas a tu entender.
Tienes muchas utopías por recorrer.
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