
No entiendo porque podaste a tu corazón estando en las aguas de azules colores te perdías en la noche mirándote, observándote, reflejándote.
Tu sonrisa simpática al desvelo de la llovizna melancólica de un domingo soleado por la soledad. Corriendo del infierno al cual te sometieron como a los niños jugar les hacen ver otra realidad.
Ya no hay estrofas que te sensibilicen el corazón, que una ves prometiste luchar y el jurar se fue con la brisa frágil del pájaro nocturno.
Tu sonrisa simpática al desvelo de la llovizna melancólica de un domingo soleado por la soledad. Corriendo del infierno al cual te sometieron como a los niños jugar les hacen ver otra realidad.
Ya no hay estrofas que te sensibilicen el corazón, que una ves prometiste luchar y el jurar se fue con la brisa frágil del pájaro nocturno.
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