martes, 7 de septiembre de 2010

Venden como acero pero es hierro (secreto no se lo cuentes a nadie)


Perdóname, se que en este momento me estarás esperando sentadita con tu tristeza y tus manos abrazando tus brazos, pero no tengo papel para escribirte, tampoco palomas mensajeras y mi sonrisa no la vas a ver.

No es que no quiera, no! Por favor no digas eso…

Simplemente que tus ojos no se cansan de mentir y mi corazón palpita de dolor cada vez que te escucha hablar.

No te enojes, no es personal. Al contrario, pero ya no debo ir, todo juego tiene un final; con un ganador y uno que es olvidado.

Discúlpame, pero esta vez yo jugué primero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario