
No me olvido como me abrazaste aquella noche en esa ciudad.
No era más que un simple niño cubicado en brazos de una enviada de los dioses.
Nos emborrachamos de palabras y el terciopelo eran tus manos arrugadas.
Hoy miro las nubes y veo tu rostro en las estrellas, tu calor es tan grande que me quiero sumergir de nuevo.
¿Dónde estás?
Quiero cuidarte y abrazarte
mirarte a los ojos y agradecerte por ese instante.
Lindo sería volver a verte, improvisar la secuencia y coleccionar otro de esos momentos que renueven los pensamientos de cuando no estás….
dormía, una caricia envolvió mi noche y gratamente fue tuya (:
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