Grises sobre la ciudad, el silencio busca el
mañana.
Caminaras sobre calles mojadas y en una vidriera te acomodaras el cabello -como
aquella estrella fugaz-
A
lo lejos escuchas una melodía, el perfume impregnado
en tu piel y el cansancio sobre tus ojos.
Te escondes en esas sabanas de
crochet, apagando las luces mirando al
cielo te reflejas.
Sonreís recordando
aquella vieja canción donde las primaveras bailabas con nadie y todas esas
llaves las tenías bajo las caricias. Las muecas en tus labios -como susurrando lo que
grita el corazón- por no poder descifrar las sensaciones que grujen en tus ojos, soñaras
despierta y bajaras las persianas, para poder ser parte del alba.
Vas en busca de aire dentro
de la almohada para volver a despertarte del mañana junto a la brisa que penetra por las aberturas -llena de sueños y de alegrías-.
Simplemente aquel desconocido soy, el que no quieres abrazar el que te estuvo observando., mientras fumabas tabaco y en un vaso quedaba la marca del romance de tus labios y la cebada, de tu boca y los gritos en el papel. Agacho las pestañas y te veo ahí., , es
una noche sin Luna, y las estrellas se llevan los colores por robárselos en las
mañanas, para pintar las noches en que no haya farol.
Te sobran motivos para sonreír, aunque vayas
en contra de los vientos.-
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