
Esa sonrisa que la hiciste para mi, ese aroma de tu cuerpo desnudo con el brillo de tus ojos, esos labios tan dulces y empalagosos.
Tu voz tan calmante…. y tus dedos, tan resistente y penetrantes, cuando estoy a punto de caer, me sostenes de un forma tan particular y sensual.
Las andanzas más coquetas, en tus pasos la brisa de margaritas perfumadas y en tu corazón el manantial más puro.
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