Camino, paro y observo....
... la gente camina y no se miran. Son cómo esos vagabundos perros, que todos saben que están, pero nadie le pasa cabida.
Mi mente congelada, revitalizándose, no encuentro la unión de las luces con las velocidades de los ómnibus...;… en mi rostro, algún viejo recuerdo.
Me veo atrapado en lo más oscuro de la luz -mis labios huelen a ginebra y mi cabello a tabaco barato-.
Recuerdo mi niñez., sólo 5min bastán para realizar un cortometraje en mi mente., cuando parece que el alcohol cambio la página del final… un sonido, interrumpe mis plegarias mentales.
No estoy para escuchar sermones, ni para criticar banderas políticas, tampoco para mirar vidrieras.
Ahora, me siento un visitante., pues he caminado lo suficiente por mis deseos de felicidad; pero al observar el contexto, me vi atrapado por la sociedad; que congelo mi furia, de revelación de amor.
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