En la mañana no te das cuenta de la luz del sol, en la siesta olvidas el calor de tu cuerpo desnudo, por la tardecita dejas pasar la brisa primaveral, y cuando el foco se apaga, no tienes idea de que otra lámpara te alumbra, ni hablar de esas luciérnagas sin movimiento que se encuentran en el cielo, -vos la ignoras-, como ignoras las pecas en tu nariz.
Se te pasan los días, así olvidas tu esencia y sin darte cuenta se te apaga tu sonrisa., como mi copa de vino en cada madrugada. Tus sueños lo pusiste correr en un sendero sin vientos, sin luces, ni cielos ni aguas donde puedan alimentarse; lo dejaste perder como paso con tu gran amor.
No corras ni lastimes a los demás, tampoco no te cuelgues un símbolo de paz en tu cuello. Avanza, despacito como el caracol y détente a observar la lluvia como los gorriones, tírate al sol como mi perro y celebra todos los momentos, -como payaso en actuación-. La vida no es un tren, no hables de morir y sobre todo no rechaces mis abrazos.
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