
Siempre transita por esas calles grises, donde los árboles alfombran con sus hojas teñidas de color amarillo-naranja.
Hoy amaneció estrellado, -te saluda con un fuerte abrazo-, fracciona el tiempo, con momentos únicos e inigualables.
El frío se tiñe de amor, al dolor lo cambio por sueños. Me enseño que ella es una mariposa, que vuela alto y lejos porque se siente intimidada.
Solo le digo, que vueles lo más alto que puedas, que yo me subiré a un barrilete y te iré a visitar.
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