
No me atrapa la fiebre de viernes, no me encierra la seducción de la ciudad, ni sonrisas compradas ni mucho menos un amor de noche. Esperándote, siento al viento cantar sobre mi cabello, ver al sol apagarse y ser testigo del canto porque le encanto a la luna. Cumplo sueños sin precedentes, sonrío y lagrimeo, creando situaciones donde te formo en diversas maneras y en muchas proyecciones. Cuando pienso en vos, lo hago para abrazarme, sentirme un halcón en la colina frente al mar, porque pensarte es mi arte y te trabajo todos los días, esperando que algún día…aparezcas.
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