Ni siquiera conozco sus ojos, me habla de correr tras un sueño sin importar
lo demás, calmada, inquieta, recordando lo que una vez le robaba una sonrisa
tan simple, pero encantadora. Siente el viento que sopla en este atardecer de
verano, achina los ojos y bombea distinto su corazón., fotografías del pasado
la envuelven, recuerda la calidez sobre sus hombros.
Ahora, la pienso, como si la conociera, debe ser también pase por esas travesías,
en aquellos días dorados, donde los colores abundaban por de más y todo, pero
todo, era mágico.
Sé que es un largo camino por recorrer, nada debe importar más que los
sueños, es ello lo qué nos mantiene vivo, es como sentir la brisa del Este que
golpea sobre tu rostro en este atardecer, el horizonte que hoy está pintando,
el sol tan cálido que te acaricia con la brisa y junto a tu perfume, se disperse
por el aire, llenando de alegría.
Seguí avanzando, aunque tus miedos no lo permitan, sabes quién sos y qué te
juzgue quién juzgue, da igual, el temor es un monstruo que hay que derribarlo,
que no caduque tu fuego, abraza., si abraza a todos por igual, tu bandera es la
sinceridad, habla bien fuerte y alto para que todos sepan que estás de pie; las
espinas son cada vez más ponzoñosas y ahí es cuando más hay que poner, aunque
te digan que el horizonte está lejos y de nada sirve avanzar, tu sigue, no
importa si tenes el tesoro de noche o solo hay frustración, eso es síntoma que
lo hiciste, no te quedes..
No te quedes con lo que dicen los demás, no compres viajes de otros, haz tu
camino a paso lento pero seguro, a veces sentimos que nos desvanecemos por qué
no encontramos el regalo sobre la mesa, pero si tienes amor, nada es imposible,
solo son desvelos más, noches más de búsqueda interna, tu tienes un valor
enorme solo tienes que observarte.
A mi no me vengas con qué las cosas son imposibles, no me hables si no
tienes una sonrisa para regalarme, no soy de galerías ni de cuentos chinos, ni
siquiera me peino, solo soy un soñador que busca que la gente se encuentre, un
descarrilado que da vida a los arboles caídos, por qué, aun ellos mueren de
pie, frágil como muchos, pero siempre tengo dibujada en mi cara una sonrisa,
atrevimiento fue lo que tome en el anochecer de hoy.
No dejes de escribir, por favor, el bosque necesita de su encanto por las
mañanas, que brille tu corazón al compas del sol, que alimentes la tierra para
que los frutos sean bendecidos, que tus manos sepan de compañerismo, así los pájaros
no cantan solos por la tarde, que lleges cada madrugada borracha de amor, por
qué es lo que hace falta...